sábado, 16 de abril de 2011

SI ANTES LO COMENTO . . .

Después de yoga, nos tomamos una coca-cola, ya oficial. Y nos contamos un poco de todo y todo un poco. Pues ayer me dio por contar que la otra semana nada más salir del bar y ponerme camino a casa, me entraron ganas de orinar. Todo el trayecto desde la FEMM a mi casa aguantándome. Es que no hay ni un bar, y los que hay cerca, tienes que bajar un maravilloso mundo de escaleras. Y también lo malo de vivir en el centro de Madrid, es que los Viernes tarde las calles están llenas de gente. Y aunque me comentaron, que la necesidad, es la necesidad, tampoco soy yo de hacerlo en la calle.
Bueno, pues según me puse camino a mi casa, sucedió lo mismo, me entraron ganas. Y de nuevo todo el camino aguantándome. Y esta vez tenía en la cabeza la idea de una necesidad es una necesidad. Pero aun así, me espere a llegar a casa. Todo el camino pensando como podía hacer... recordando que en París había un baño público, casi en todas las calles... pero me aguante y llegue a casa. Tire el bastón, tire las llaves, tire la mochila, deje la puerta abierta... casi no lo consigo, pero llegue, cualquier día me explotan los riñones.

2 comentarios:

  1. A mi me ha pasado eso muchas veces y es una putada jajajajajjaja, voy a empezar a hacer ejercicios para fortalecer los músculos de la vagina o a usar indasec como la Concha Velasco....

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  2. BUAAAAAAAA que angustia, lo rarito el el poder de aguantar. Un abrazo

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